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"Reflexiones"

Mi labor como docente inició desde mucho tiempo atrás, mi madre fue maestra de primaria y fue un gran ejemplo para mí, en algunas ocasiones la apoyaba cuando necesitaba ayuda, como montar un baile, ayudarle a hacer el periódico mural, etc.
Entonces siempre tuve el deseo de algún día convertirme en maestra, solo que no como ella, maestra de educación primaria, sino como maestra de educación artística, pues a mí siempre me gustaron las artes.
Ese deseo fue creciendo cada vez más hasta verse cumplido.
 
Cuando empecé a trabajar como docente, tuve algunas dificultades, como el tener control del grupo o el impartir clases muy dinámicas. La experiencia en el aula se fue acrecentando cada vez más, hasta poder tener control del grupo, saber impartir con más seguridad e incluso hasta planear de una mejor manera mis clases.
 
Este ciclo escolar ha sido como cada año de mucha satisfacción, mis alumnos han aprendido a solfear e impostar mejor la voz, han aprendido la clasificación de los instrumentos, los diversos géneros y estilos de la música, como está compuesta una orquesta y  han aprendido valores, porque cada mes aprenden acerca de un valor como: amistad, solidaridad, responsabilidad, honestidad, etc.

No ha sido tarea fácil, porque ser maestra requiere mucho trabajo, dedicación, empeño, tiempo, etc. Sin embargo, al mismo tiempo, ha sido muy satisfactorio, me gusta mucho lo que hago, me gusta enseñar, me gustan las artes, me gusta compartir lo que sé y mi talento con los jóvenes.
Me siento feliz con los logros que tienen mis alumnos, me siento contenta cuando veo que trabajan muy bonito e incluso me superan de alguna manera.

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